El Peque Schwartzman sorprendió en MasterChef tras olvidar un ingrediente clave: "Tuve que improvisar"
El extenista olvidó el pan rallado en plena competencia y debió ingeniárselas para salvar su plato, con el humor y la astucia que lo caracterizan.
Una nueva gala de MasterChef Celebrity volvió a dejar un momento tan inesperado como divertido. En la noche del martes, Diego “Peque” Schwartzman vivió una situación límite cuando, al regresar del mercado, descubrió que se había olvidado nada menos que el pan rallado, un ingrediente fundamental para el desafío del día: preparar una milanesa con guarnición.
“Tenía harina y huevos, pero el pan rallado me lo olvidé. Es el ingrediente fundamental y no lo traje”, confesó el extenista, visiblemente preocupado, mientras se preparaba para arrancar la cocción. Fue entonces cuando Donato de Santis se acercó a su estación para aconsejarlo. El chef italiano le sugirió que improvisara con una mezcla alternativa: “Podés hacer una especie de polvillo con harina o pan tostado, algo que te ayude a generar ese efecto de rebozado”.
Schwartzman, sin perder la calma ni el sentido del humor, aceptó el desafío y decidió convertir su milanesa en una especie de escalope improvisado. “Me olvidé lo esencial, pero hay que aprender a resolver, como en los partidos cuando algo no sale como uno espera”, expresó entre risas mientras cocinaba.
A la hora de la degustación, los jurados se mostraron sorprendidos por el ingenio del participante. “El plato está extraordinario, pero tiene un detalle… no son milanesas”, bromeó Damián Betular, generando risas en el estudio. Germán Martitegui, por su parte, elogió la actitud del Peque: “Si me agarrás distraído, te digo que es una milanesa. Fuiste muy astuto, engaña. Todos los que trabajamos en cocina alguna vez tuvimos que improvisar, y vos lo resolviste muy bien”.
Lejos de frustrarse, Schwartzman se mostró conforme con el resultado: “Estoy contento igual. Cuando jugaba, a veces había que resolver rápido y hacer lo mejor posible. No sé si paso o no, pero estoy satisfecho porque salió bien dentro de todo”.
La escena se convirtió rápidamente en uno de los momentos más comentados de la noche. El extenista, fiel a su estilo, demostró que la disciplina y la templanza que lo llevaron a brillar en el deporte también pueden ser sus mejores aliadas en la cocina. Entre risas, improvisación y mucho ingenio, Schwartzman logró transformar un error en una jugada maestra.
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