La NASA lanzó una nave que viajará para estudiar al "asteroide de la muerte"
La nave viaja rumbo al asteroide elegido por los científicos para extraer una pequeña muestra de entre 2 y 70 onzas y devolverla a la Tierra en el 2023.
Esta noche despegó con éxito una misión que tomó más de una década de planeación, que durará siete años en ejecución y su éxito dependerá de cinco segundos.
La primera e histórica misión espacial de la NASA que busca traer las primeras muestras de un asteroide a la Tierra y con ellas algunas respuestas a grandes preguntas sin resolver durante millones de años: ¿Estamos solos en el universo? ¿de dónde venimos? ¿cuáles son los orígenes de nuestro sistema solar? ¿cuándo y dónde impactarán los asteroides que se dirigen hacia nuestro planeta?. Su partida se produjo desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral.
La misión que lleva por nombre Osiris-Rex, el acrónimo (en inglés) que representa los objetivos de la misión: orígenes, interpretación espectral, identificación de recursos, seguridad y exploración de la capa de la superficie.
La nave viaja rumbo al asteroide elegido por los científicos para extraer una pequeña muestra de entre 2 y 70 onzas y devolverla a la Tierra en el 2023 para analizarla. Su nombre es Bennu, vocablo que se se usó en el Antiguo Egipto para referirse a una ave mitológica: como el ave fénix. Fue bautizado así por un niño de tercero de primaria.
El asteroide fue elegido especialmente por su cercanía a la tierra y su composición, pues es considerado como una "cápsula del tiempo" que guarda secretos que representan tanto los recursos como los peligros desconocidos del espacio".
"Hay asteroides como el de Bennu que tienen la posibilidad de potencialmente impactar a la Tierra en 200 años. Queremos ir allá con suficiente tiempo para aprender de sus propiedades y si eso fuese a ocurrir saber cómo divergir su trayectoria para mitigar un desastre", explicó Adriana Ocampo, directora del Programa Nuevas Fronteras bajo el que está la misión Osiris-Rex, así como la misión Junto a Júpiter.
"Hoy se lanza la misión, pero va a llegar al asteroide Bennu hasta en dos años. Va a llegar allá después de pasar por la Tierra dentro de un año, en septiembre 25 del 2017. Allí va a el campo gravitacional de nuestro planeta para así redirigirse sin usar combustible", advierte Ocampo.
"Cuando la misión llegue al asteroide Bennu lo va a sobrevolar y en el 2020 va a extraer la muestra que queremos y preveemos que retorne en el 2023", añade la científica a Univision Noticias, visiblemente emocionada.
¿Ciencia ficción?
Si bien sacar un cohete del planeta ya es un esfuerzo extraordinario, llevarlo hasta un asteroide elegido (sin estrellarlo) y tomar una muestra de él para luego regresarse de vuelta a los laboratorios en la Tierra es casi una misión casi imposible. Para lograrlo, en el que participan miles de científicos analizando todos los escenarios posibles y tiene una inversión de 950 millones de dólares, espera traer partes de un cuerpo celeste para estudiar y analizar los componentes de los que fueron formados los planetas.
La misión fue lanzada en un cohete Atlas V 411 este jueves 8 de septiembre, pero el periodo que toma para salir de la atmósfera es aproximadamente de 34 días, pues cada día solo hay una ventana de dos horas para direccionar la nave hacia donde se quiere por la rotación de la tierra, tal como lo explica Gerónimo Villanueva, científico de la NASA encargado de la interpretación de datos de la sonda que medirá la superficie del asteroide para saber dónde se hará la extracción de la muestra.
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