Crisis política en Colombia: Gustavo Petro echó a su jefa de Gabinete y su embajador en Caracas
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, debió hacer cambios en su gobierno luego de un escándalo que estalló en la política de ese país.
La jefa de Gabinete del gobierno de Colombia, Laura Sarabia, y el embajador en Venezuela, Armando Benedetti, dejarán sus cargos por la polémica pública que mantuvieron y los hechos derivados de un robo en la casa de la ahora exfuncionaria, según anunció el presidente Gustavo Petro.
“Mientras se investiga, mi funcionaria querida y estimada (Sarabia) y el embajador de Venezuela (Benedetti) se retiran del Gobierno para que desde el poder que implican esos cargos no se pueda tener ni siquiera la desconfianza de que se van a alterar los procesos de investigación”, reveló Petro.
En una ceremonia de ascensos militares, el mandatario oficializó lo que los medios habían anunciado horas antes: la salida de la funcionaria y del embajador, que cruzaron ásperas declaraciones.
El cambio en los dos cargos se debe al escándalo que se generó por supuestas escuchas ilegales, derivadas de la denuncia de Sarabia de que de su vivienda faltó una valija con 8.000 dólares. Una exniñera empleada de Sarabia fue acusada del hecho.
Tras el robo de un maletín, la niñera terminó interrogada con polígrafo en la sede presidencial y luego interceptaron sus conversaciones telefónicas a partir de un informe falso de la policía que la vinculaba con narcotraficantes del Clan del Golfo, de acuerdo a la Fiscalía.
Benedetti, un poderoso político que apoyó en campaña a Petro, le presentó a su antigua colaboradora, Sarabia, y quien hasta hoy era embajador en Venezuela se sumó a la intrincada historia en un giro insospechado que deja más preguntas que respuestas. Los exfuncionarios compartían la misma niñera y se acusan el uno al otro de chantaje, trampas y conspiración.
“A nadie se le ha ordenado una sola interceptación telefónica ilegal, ni a ilustres y poderosos exfuncionarios ni personas humildes. Eso no es cierto. No se les ha dado esa orden ni se les dará”, afirmó Petro. Y siguió: “La cúpula militar aquí presente, los generales y almirantes, saben perfectamente que ni el presidente ni ningún funcionario de este gobierno les ha dado alguna orden que tenga que ver con romper la Constitución”. Remarcó, además, que los propios militares “quedan autorizados por el presidente de la República, por si eso ocurriese, a denunciarlo”.
Gustavo Petro defendió a Sarabia y cuestionó que nadie “se ha parado a pensar ni siquiera qué podría pensar una joven mujer recién parida con su primer niño, con su primera experiencia maternal, cuando le sucede un hecho en su vida doméstica que la hace sentir en la zozobra”.
El fiscal general Francisco Barboza, duramente enfrentado con Petro, hizo públicas algunas escuchas ilegales a la exniñera de Sarabia, Marelbys Meza.
La bancada del oficialista Pacto Histórico en la Cámara de Representantes había emitido antes un comunicado en respaldo a Petro, en el que apoyaron que “remueva” a aquellos funcionarios envueltos en la polémica.
Los congresistas recalcan que el presidente “ha sido un hombre defensor de los derechos humanos” y durante toda su vida se opuso a la vulneración de las libertades individuales y colectivas, entre ellas las escuchas.
“Por ello, ahora que tiene la oportunidad de cambiar las formas de gobernar y ejercer la política con transparencia, toda nuestra confianza y respeto a su criterio y sapiencia para la toma de decisiones que significan, con el ejemplo, poder llevar a buen término un gobierno distinto, un proyecto de país por la vida, la justicia, la verdad, la honestidad que garantizan la dignidad, la paz, la democracia, el buen gobierno”, se lee en el documento.
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