Carpinchos Vs. Nordelta: la Justicia prohibió su castración y ordenó la suspensión inmediata de obras

Sociedad

La resolución judicial prohíbe intervenciones que afecten los humedales del Delta y responde a las denuncias vecinales por la muerte de decenas de ejemplares.

La Justicia prohibió obras, fumigaciones y castraciones para proteger a los carpinchos que habitan Nordelta y dispuso tres medidas de acción inmediata.

La resolución firmada por el juez Guillermo Ottaviano, titular del Juzgado en lo Civil y Comercial N°13 de San Isidro, ordenó, en primer lugar, la suspensión inmediata de todas las obras o actividades que puedan alterar, dañar o destruir los humedales y la fauna silvestre del área.

En segundo término, vetó la castración química y otros mecanismos de control poblacional de los carpinchos, prohibiendo la aplicación de inyecciones anticonceptivas u otros métodos que atenten contra la fauna protegida. Por último, determinó el fin de las fumigaciones perjudiciales para el ambiente en los humedales del Delta del Río Paraná.

carpinchos nordelta

Las medidas judiciales se dictaron en respuesta a las denuncias de vecinos y organizaciones ambientales, que advirtieron sobre un alarmante número de muertes de carpinchos, según pudieron registrar, al menos 46 ejemplares murieron en los últimos seis meses como consecuencia de desmontes, atropellamientos y otras alteraciones del lugar.

CARPINCHOS NORDELTA

El carpincho es una especie protegida tanto por el Decreto Ley 10081/83 de la provincia de Buenos Aires como por la Ley Nacional de Flora y Fauna, lo que refuerza el marco legal de la decisión judicial.

Nordelta: reclamos por un plan integral ambiental

Más allá de las medidas cautelares, los vecinos reclaman la implementación de un plan integral de protección ambiental que aborde las causas de fondo del conflicto. Entre los principales pedidos se destacan:

  • Recomposición del hábitat natural, con zonas verdes seguras para alimentación y refugio.

  • Creación de corredores biológicos y pasos de fauna para garantizar la libre circulación de los animales.

  • Remoción de cercos eléctricos y respeto de los metros libres al borde de los lagos.

  • Colocación de carteles de velocidad en calles y accesos internos.

  • Elaboración de censos poblacionales y creación de un centro de rescate y asistencia para los animales.

La resolución judicial marca un precedente importante en la defensa de los humedales y su biodiversidad, al poner un freno a las actividades que deterioran el ambiente en una zona de alta sensibilidad ecológica.

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