Cuando el violador está en casa: los oscuros motivos de los padrastros abusadores

Sociedad

* Psiquiatras explicaron a minutouno.com qué pasa por la cabeza de los hombres que atentan sexualmente contra sus hijastras.

Luego de que se dieran a conocer los tres casos de nenas abusadas por sus padrastros, se despertó la inquietud sobre los por qué de la violación en el hogar.

Para el psiquiatra y perito forense Miguel Ángel Maldonado “se da en personalidades con algún tipo de alteraciones y perversión. Y pese a no haber un lazo de sangre con las niñas las consideran como un objeto que les pertenece. De ahí a una violación sexual no consentida hay un paso”.

Por su parte, el psiquiatra Pablo Wizenberg entiende que “no es que la condición de padrastro lleva directamente a violar, hay una cuestión previa, principalmente una distorsión de los vínculos. Así en vez de protegerlos, los rompe”, explica al ser consultado por minutouno.com

 Mamá cómplice

“Hay muchos casos que no se denuncian porque las madres temen perder el sustento material o alimenticio”, explica Maldonado para quien el abuso intrafamiliar es sumamente frecuente.

Por esto es que, pese a tener pruebas como explícitas lesiones vaginales, prefieren desentenderse. Para el perito esta conducta responde a una “negación"  (niega y se autoniega) de que haya existido un delito así para evitar un proceso judicial.

En otros casos, muchas mujeres prefieren culpabilizar a sus hijas de seducir a sus parejas. “Tratándose de menores se habla claramente de pedofilia, que es una perversión. Son nenas que no tienen noción de lo que es la búsqueda sexual.

Para entender cómo llegan estos hombres no sólo a violentar a las menores sino a persuadir a sus madres de que nada sucede, Wizenberg explica que muchos de ellos “suelen tener algún grado de psicopatía para envolver a las personas involucradas. Generalmente tejen mentiras para llevarlas hasta esa situación”.

En cuanto al rol materno, el psiquiatra explica que en muchos casos se trata de una responsabilidad indirecta, y que suelen tener un grado de co-participación: “Hay que pensar que también pueden padecer una condición de sometimiento con el violador y suelen distorsionar la relación con sus hijos”.

En el medio, cientos de niños, pierden su inocencia sin que nadie los defienda.

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