River evalúa una denuncia contra el agente de Luca Scarlato por su salida del club
La partida del juvenil sin firmar contrato reactivó tensiones internas en Núñez y puso bajo la lupa al representante Martín Guastadisegno, señalado por su rol en la operación y por antecedentes similares en el fútbol argentino.
La salida de Luca Scarlato de River mediante el mecanismo de la patria potestad sigue generando repercusiones y abrió un nuevo frente de conflicto para el club. Más allá del impacto deportivo por la pérdida de una de las promesas de sus divisiones inferiores, en Núñez el foco está puesto en el rol que habría tenido su representante, Martín Guastadisegno, cuya actuación podría derivar en una denuncia judicial.
La situación, que se conoció en las últimas horas, profundizó el malestar dirigencial y reavivó el debate sobre la protección de los juveniles formados en la institución. Desde el entorno del Millonario sostienen que el futbolista decidió no rubricar su primer contrato profesional pese a que existieron acercamientos y propuestas formales para asegurar su continuidad.
Según trascendió, el club habría realizado distintas ofertas, con condiciones acordes a su proyección, pero nunca obtuvo una respuesta afirmativa. En ese contexto, apareció la figura del representante, a quien se le atribuye haber impulsado la salida del jugador rumbo a Europa a través de un incentivo económico que rondaría los 200 mil dólares. Del lado de la familia, en cambio, aseguran que la determinación fue estrictamente deportiva y que no hubo motivaciones financieras detrás.
El nombre de Guastadisegno no es nuevo en este tipo de controversias. En el club recuerdan el antecedente de Joaquín Panichelli, quien también dejó la institución sin firmar su primer contrato y hoy desarrolla su carrera en el exterior. A eso se suma su conflictiva relación con Vélez, club en el que quedó marcado por la salida de Matías Soulé, considerado en su momento una de las mayores proyecciones del fútbol argentino. Estos episodios previos alimentan la desconfianza en Núñez y explican por qué el caso Scarlato generó una reacción inmediata.
En medio del escándalo, trascendió que el representante podría ser denunciado por cuestiones ajenas a lo estrictamente deportivo. De acuerdo con información periodística, Guastadisegno estaría siendo investigado por presuntas irregularidades impositivas vinculadas a su actividad como agente. Se habla de facturación al exterior por montos superiores al millón de dólares durante el último año, con posibles inconsistencias entre los movimientos bancarios detectados y lo declarado ante los organismos correspondientes.
Otro de los puntos que llamó la atención de los investigadores es la estructura con la que opera el representante. A pesar de manejar transferencias de alto valor y de representar a varios futbolistas profesionales, tendría una nómina reducida de empleados declarados, contrastando con un nivel de gastos elevado y la posesión de bienes de lujo. Estas diferencias habrían despertado alertas y derivado en un seguimiento más exhaustivo de sus operaciones.
Mientras tanto, en la institución de Núñez analizan los pasos a seguir y no descartan avanzar formalmente ante la Justicia. Más allá del desenlace legal, el caso Scarlato volvió a poner sobre la mesa una problemática recurrente en el fútbol argentino: la fragilidad de los clubes formadores frente a maniobras que les impiden capitalizar deportiva y económicamente el talento que desarrollan desde edades tempranas.
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