Murió Pupy, la elefanta que había sido llevada del Ecoparque porteño a un santuario en Brasil

Sociedad

El Global Sanctuary For Elephants, donde estaba alojada desde abril, confirmó su fallecimiento. El animal sufrió un colapso tras haber presentado problemas gastrointestinales.

El Global Sanctuary For Elephants, donde Pupy había sido alojada desde abril, confirmó su fallecimiento tras un colapso que se produjo luego de varios días con problemas gastrointestinales.

En un comunicado, el santuario detalló que “con el más pesado de los corazones compartimos la noticia de que Pupy falleció anoche, momentos después de un colapso”. A pesar de que la elefanta tenía cólicos, los medicamentos le permitían alimentarse y mantener un estado de salud relativamente estable.

No obstante, en la noche del viernes perdió el apetito y, al defecar, expulsó aproximadamente 1,5 kilos de piedras negras, según explicaron desde el santuario. Tras este episodio, su estado se volvió más débil y se mostró distante con sus cuidadores.

“Cuando Scott intentó darle agua, perdió el equilibrio y se desplomó. La doctora Trish, presente en el santuario por seis semanas, inició los cuidados, pero Pupy falleció en pocos minutos”, agregaron.

Pupy la elefanta

La elefanta tenía 35 años y había vivido en cautiverio desde 1993, cuando llegó desde África al ex Zoológico de Buenos Aires. El 18 abril de este año, fue trasladada al Santuario de Elefantes de Brasil en un viaje terrestre que duró más de cinco días y más de 2700 kilómetros desde Palermo. La Subsecretaría de Ambiente de la Ciudad informó en ese momento que “la última elefanta que quedaba en el Ecoparque, una elefanta africana de 35 años, llegó al Santuario de Elefantes ubicado en Chapadas Dos Guimarães, Mato Grosso, en perfecto estado de salud y luego de cinco días de viaje”.

El traslado de Pupy a Brasil marcó el cierre de un proceso que comenzó en 2016, cuando el antiguo zoológico de Buenos Aires se reconvirtió en un espacio dedicado a la conservación.

En los días previos al viaje, los especialistas trabajaron con la elefanta para que se familiarizara con la caja de transporte y para realizar todos los controles médicos necesarios. El traslado se inició el 14 de abril, y durante el trayecto se hicieron paradas planificadas para darle descanso, agua y alimento.

Al llegar al santuario, el equipo describió la llegada como el comienzo de una nueva etapa. “Después de recorrer veinte kilómetros de tierra colorada entre pozos, agua y selva, llegamos al Santuario expectantes por ver a Pupy en el primer día de su nueva vida. Ella ya tiene la salida abierta del corral, en el cual quedó anoche: la salida a un espacio de diez hectáreas adonde estará por el momento, sin compañía”, contó el equipo del Ecoparque.

Por su parte, Scott Blais, director del santuario, señaló: “Es muy gracioso. Toma envión, se envalentona, llega hasta ahí, y vuelve marcha atrás. Es normal, tenemos que pensar que nunca, nunca desde chiquita salió de su recinto”.

Embed - Global Sanctuary for Elephants on Instagram: "To our sanctuary family, it is with the heaviest of hearts that we share the news that Pupy passed away late last night, moments after collapsing. She had been having on-and-off gastrointestinal issues over the past days. She had a history of colic, so we knew this was a possibility, but even on her pickiest days, she continued to eat, and we found a medication regimen that seemed to make her comfortable. Her appetite improved and was returning to normal. Yesterday her appetite was off again, and in the early afternoon, when she defecated, she passed about 3 lbs of black rocks, rocks that are not from this area. Everything after that shifted. Pupy appeared weaker, she was a little more distant with her humans, and things overall felt different. We continued to care for her throughout the day, and at night feed, she seemed a little unsteady on her feet. As Scott went to give her water, her feet went out from underneath her and she collapsed. Kenya was immediately concerned, but allowed us to shift her into the next yard, where she watched from only about 20 yards away while we rushed to help Pupy. Dr Trish, who is here for six weeks, started treating Pupy, but she passed away within moments. The gate was reopened so Kenya could come over to Pupy and stay with her friend. Although Kenya wanted to be close to Pupy, she also seemed a little hesitant to touch her initially, but settled in after a short while and spent the night by her side. This is one of the most difficult parts of sanctuary. We take geriatric elephants who have lived decades without a proper diet, any medical care, and no foot treatment for the majority of, if not their entire life. We hope that sanctuary and individualized care can heal some of those physical issues, allowing them to enjoy aspects of an elephant’s life that were taken away when they were just a couple of years old. But we know the negative effects of captivity are significant, and sometimes insurmountable. When Scott first visited Pupy and Kuky in Buenos Aires and was told they were in their late twenties, he was shocked; their appearance made them look at least twice that age... (Post continues in comments)"

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